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Tres Pisos hasta Quintana

Una coca cola con limón, una terraza entre rosales y 5 minutos para esperarte

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La Dolce Vita

La primera vez que ví la película fue en una oficina. Sí, en una oficina, shhh.

Tenía 24 años y estaba obsesionada por las listas. La lista de las 50 películas que tienes que ver, los 20 lugares que tienes que visitar, las 10 cosas que tienes que aprender.  Después de todo, tenía 24 y muchas cosas por hacer y muchas listas por vivir.

En la lista aparecía La Dolce Vita, junto a Casablanca, Citizen Kane, Goodfellas, Taxi Driver, City Lights de Chaplin, Pulp Fiction (y cómo no!), y muchas otras que elegí ver mientras hacía mi propio top 50.  Antes de seguir, es importante mencionar -en caso que mi ex-jefe se aburra de manejar empresas y por cosas del destino aterrice en este blog-, que no ví las 50 películas en su oficina.  Sólo 2 ó 3.  Más la trilogía del Padrino, que vamos a pensar que cuenta como una-.  Y pasó durante la black week (así la nombramos entre todos) cuando un corto quemó más de 5 computadoras, y nos dejó esperando frente a escritorios vacíos mientras evaluaban presupuestos para comprar las nuevas.

La black week fue memorable, entre caos, técnicos y una fiesta callada por parte de un personal que ansiaba un descanso. Aunque también trajo tensión y una urgencia loca de resolver cosas. Así que pretendiendo ser nerda, y buscando aportar y no restar, cargué mi laptop casera -que ahora pienso parecía más hamburguesa que laptop-, y la llevé a mi oficina. Y trabajé, y ayudé, y casi casi resolví una crisis mundial.  

Y todo mientras el karma me regresaba mi buena acción a borbotones: Velocidad de internet irreal. Boom-flash-listo. Dándome el mejor de los regalos con la posibilidad de descargar la mitad de la lista en mi computadora. En una semana. Magia. De los 2miles, pero magia.

Me emocionaba tanto tener todas esas películas que me empecé a hacer adicta. Y en vez de escaparme a Facebook y a ver Insta Stories como ahora, brincaba a ver pedacitos de blanco y negro, de arte, del cine viejito, sin efectos y con sentido. Así que unas horas antes de que mi jefe anunciara que las computadoras nuevas llegarían al día siguiente, me despedí de la black week escogiendo ver La Dolce Vita. 

Y desde entonces nada fue igual. Mis estándares de cine, de narrativa visual y de percepción cambiaron. Decidí que no había mejor director que Fellini, y que definitivamente no había hombre más guapo que Mastroianni (si no lo conocen no lo googoleen ahora, en sus últimas fotos parece el Muppet viejito con bigote) o por lo menos ningún hombre que fumara así de sexy y que sacudiera una pantalla al caminar así. Damn man. Que Jared Leto ni que nada.

Entendí que las historias pueden ser contadas diferente, lejos de las estructuras tradicionales.  Entendí que estaba bien confundir mañanas con noches, calles con vías, y entendí que a veces los personajes secundarios son los más importantes y que luego al mezclarlo todo tendría sentido otra vez.  

La Dolce Vita me enseñó a ver diferente, a querer estar ahí de nuevo, porque la Italia de la que me acordaba había sido acalorada, enturisteada y demasiado rápida para ver con los ojos que ahora tenía. Tendría que volver. Aunque antes de hacerlo tendría que aprender a ver más.

Y pasó. Volví a la Italia de Fellini.  No a la Via Veneto que ya conocía, sino a la Italia donde para mí es la Dolce Vita. Donde se pasan 3 horas desde el aeropuerto más cercano para llegar.  Donde los dialectos se confunden con el italiano y el inglés mezclado que intentaba hablar.  Donde los pueblos y las costas dejan ver casi a Grecia, y donde las masserias son blancas y las ventanas abren al mar.   La Dolce Vita de pasar una temporada sin prisas, sin nada, caminando, escribiendo y desayunando 2 veces más de lo normal.  La Dolce Vita de estar ausente y vivir en alto, de escapar semanas y volver después.

La Dolce Vita fue un escape que ahora llega como una serie de imágenes que serán parte de la Tienda de Fotografías -que hoy ya está en Preview con todas las Colecciones para ver-!

Así que si quieren escaparse un rato por favor visiten Colecciones ahora y esperen la Apertura oficial de la Tienda la próxima semana para ya poder comprar sus fine art prints o impresiones fotográficas a mediana y gran escala para sus espacios en casa u oficina!!!!  

Gracias por estar aquí!!!! En la muy Dolce Vita!...

See ya'

Mariana

Thursday 11.24.16
Posted by Mariana Pierce
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Necesito una pijama nueva.  Ya es primavera.